Un cajón lleno de cosas.

Me encontré tu púa de guitarra en mi cajón lleno de cosas. Estaba buscando un broche para mi cabello y me encontré con cosas mucho más importantes. Me encontré con tus recuerdos, de cuando eramos amigos y cuando querías ser artista y podíamos verte haciéndote famoso. Me encontré con las canciones que me presentaste y con las letras que querías escribir y no sabías cómo.

Me encontré con aquél día de Superbowl cuándo ganaron los Steelers y tú viniste a mi casa para pagarme aquella apuesta, me dijiste que no tenías dinero y me diste la púa de tu guitarra porque 'Algún día  iba a valer algo más'. 

Me encontré con tu púa de guitarra y no puedo creer que vayas a ser veterinario. ¿Cómo pasó eso? ¿Cuándo maduraste y dejaste de creer que ibas a hacerte famoso? Me imagino a tu papá, sentado en tu sala y diciéndote que eso de la música no te iba a dar de comer, te imagino asintiendo con la cabeza y dándole la razón... Pero no puedo imaginarte diciendo ¡Voy a ser veterinario!

Quiero decir... ¿Así nada más? ¡Tú no tienes ni perro!

Me encontré con tu púa de guitarra y con el recuerdo de que tu novia me odiaba horrible. Ah, esa era una niña celosa de verdad. A mí nunca me importó, porque solo eras mi amigo, pero entiendo como algunas novias nunca verdaderamente creen eso.

Me encontré con tu púa de guitarra y me acordé de que tengo más de año y medio sin hablar contigo y solo te saludo cuando te encuentro en alguna calle. Una sonrisa, un 'hola' desganado, un abrazo incómodo...

Me encontré con tu púa de guitarra y con el hecho de que ya no eres mi amigo. Eso es muy triste, pero lo más triste, es que me encontré con tu púa de guitarra y ni siquiera te extrañé un poco.

-LorettaRM.

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