Es que es bien osom.

Como una buena nerd que soy, voy a la escuela los sábados por gusto propio. Voy a clases de Biología y de Literatura porque me gustan mucho y porque es más productivo que quedarme valiendo madres toda la mañana. El caso es que hoy fui a clases y mi maestro de Literatura decidió enfermarse, así que en lugar de salir a las 12, salí a las 10.

En mi distracción y estupidez  me subí a un camión incorrecto que me llevó al cementerio de la ciudad, donde procedí a bajarme para cambiar de camión. Yo nunca había entrado al cementerio, así que dije ¿Porqué no? Y entre un rato.

El cementerio de Mexicali es muy diferente al cementerio de aquí. Allá les ponemos lápidas a los muertos con inscripciones bonitas y un ramo de flores de vez en cuando; aquí prefieren construirles casas en miniatura que luego llenan con veladoras y flores artificiales. No es mi gusto, pero equis.

Pensé un rato sobre muchas cosas estando allí: En la vida de las personas que estaban allí, en mi vida, en mis familiares cuyas tumbas no puedo ir a llevarle flores y lo triste que es ver lápidas desiertas y empolvadas, en que algún día yo tendré mi propia lápida y sería triste que no tuviera ninguna flor y en los niños pequeños que visitan los cementerios con sus familias y simplemente no entienden la profundidad del asunto.

Salí pues, del cementerio y me senté a esperar el camión correcto. En mi espera llegaron 5 muchachos vestidos de un azul chillón y me sonrieron demasiado alegres para ser desconocidos y se presentaron. Yo les sonreí con la mayor amabilidad que pude para no verme maleducada y les estreché la mano. 

Luego ellos se sentaron junto a mí y una muchacha rubia de ojos saltones me miró y dijo: “Probablemente te preguntas quien somos y a qué venimos, eso no importa. Lo importante es que venimos a presentarte a alguien.” Terriblemente confundida pregunté a quién e inmediatamente se levantaron y sacaron panfletos y biblias de sus mochilas “Probablemente no lo conozcas, pero Él si te conoce a ti, porque eres su hija y te ama un MONTÓN y el dio su vida por tu salvación eterna ¡y es BIEN OSOM!”.

Luego me leyeron versículos de la biblia y me dijeron que mi vestimenta era inapropiada, que mis creencias estaban bien mal y que ellos estaban bien, que debía ser como ellos si quería salvarme y ser alguien en la vida o agradarle al Señor o algo así, que me iba a ir al infierno si no hacía lo que ellos e iba a su iglesia que quedaba en tal lugar el jueves a ser buena. Luego llegó mi camión, les agradecí por la plática y me subí.

¿Era verdaderamente necesario? No. ¿Me preguntaron si ya creía en Jesús? No. Solamente me dijeron que yo estaba mal, sin saber siquiera en qué creía yo.

Y creo que eso es estúpido. Porque yo creo en lo mismo que creen ellos, solo que tenemos diferentes religiones y por eso ellos están bien y yo soy una inútil que va a arder en el infierno. 
¿NETA? Digo, no hago cosas malas, ayudo a la gente, les sonrío a los homeless y les doy comida. ¿Me voy a ir al infierno por usar shorts y no faldotototas? No creo que a Dios le importe un comino cómo me visto. Creo que lo que verdaderamente le interesa es que sea buena con los demás y quiera al prójimo ¿No?

Me molestan las religiones extremistas que inventan pecados y no me dejan festejar mi cumpleaños o disfrazarme de Harley Quinn en Halloween, ponerme pantalones o tomar café.

Yo creo que hay un Dios y que él debe poder resolver mis dudas existenciales sobre la infinidad eterna del universo y cositas así, el señor cool que hace que los árboles cambien de follaje en otoño para ponerse chulos en primavera y que ordena el tránsito en las filas de las hormigas. El que nos pone a pensar que debemos ser buenos con el vecino flojo y hippie en vez de gritarle como la otra vecina sangrona. Cositas así.

Y la verdad no creo que deban llegar adolescentes de la nada a inducirte su ideología en una parada de camión y gritarme que Dios es osom.

Yo ya sé que Dios es osom, no necesito ir a su iglesia para saber eso. 

0 comentarios: