Me gustaría.


Me gustaría poder odiarte.

¡Qué digo, me gustaría! ¡Me encantaría! ¡No habría otra cosa que más deseara en este momento!

Me gustaría poder odiarte; tener ganas de evitarte, de nunca encontrarte, de si pasaras a mi lado ignorarte, de que si alguna vez escucho tu voz poder sentir algo malo y que me arruines el día con tu simple recuerdo, o cuando alguien casualmente mencione tú nombre poder sentir como la bilis sube y me enferma.

Me gustaría poder odiarte; Odiarte a ti y a tu sonrisa, a tu mirada, a tu maldito aroma.

Me gustaría poder verte reflejado en todos los antagonistas de novelas, en todo villano de cuentos, en toda emoción negativa en canciones, en cada tirano de la historia. ¡Cómo me gustaría odiarte!

Sin embargo te quiero, me preocupa tu salud, deseo que estés feliz en cada momento de tu tarde. Te pienso todo el tiempo y de verdad quiero que nunca pienses en mí, que jamás te arrepientas de tus decisiones y que te alejes siempre a esta tonta niña de tu memoria, para que nunca cruce tu tonta cabecita que me hiciste daño; Ojalá y nunca te remuerda la conciencia el haberme lastimado. Ojalá y siempre seas feliz.

Ojalá y me equivoque una y mil veces más, para ya no acordarme de ti y clavar mis pensamientos en alguien más, solo para no molestar ni siquiera al bonito recuerdo que tengo de ti, aquí conmigo.

Me gustaría poder escupir cualquier cosa mala tuya que haya cruzado mi mente alguna vez, para dejar únicamente el recuerdo de la hermosa persona que eres, o que yo creía que eras cuando me acurrucaba en tus brazos.

Me gustaría dejar de escribir sobre ti, y nunca más volver a pasar mis dedos sobre tu nombre. Me gustaría dejar de verte en todos lados y me encantaría poder dejar de oír tu voz afuera de mi ventana. 

Me gustaría que hubieses sido un poco menos la persona que en realidad eres y un poco más la que creí, aquí en mi cabeza, que eras en realidad.

-LorettaRm.

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