5.



No soporto las puertas que rechinan.
Me dan una inseguridad total. No quiero que me escuchen entrar ni salir, ni interrumpir lo que pasa al otro lado. No quiero que sepan si estoy despierta. No me gusta cuando una puerta anuncia mi llegada, entrada o salida.
He aceitado todas las puertas en donde me he quedado a dormir.
A veces no hay aceite, he usado aceite en spray, jabón, incluso una vez usé crema de manos para engrasar la puerta de un salón de clases.
Nobody seems to notice.
All the fucking squeeks.

0 comentarios: